Recibir un diagnóstico de insuficiencia renal nunca es fácil. Pero, si además ya se padece una enfermedad grave, estas noticias pueden ser el colmo. Jasna Trbuha, una paciente renal croata que padece una extraña patología cutánea, nos relató cómo consiguió aceptar el tratamiento de hemodiálisis como una suerte de «apoyo técnico» para su vida creativa; y cómo descubrió una nueva profesión como artista.
Jasna Trbuha tiene 40 anos. Su trayecto en diálisis comenzó en el 2008. Ella misma admite que tardó mucho tiempo en aceptar el diagnóstico: «Cuando supe que iba a necesitar hemodiálisis, sucumbí al pánico y al rechazo. Sencillamente, mi mente se negaba a aceptarlo.» Paulatinamente, una vez que asumió aquella información, Jasna sintió una profunda sensación de ira contra el mundo de la medicina, sus enfermedades y la vida en general. «Era como si me hubiesen condenado a cadena perpetua.»
No obstante, tras afrontar otras complicaciones de salud - incluida la amputación de la pierna derecho debido a un grave tumor que le afectaba al tobillo -, quiso evitar más problemas y decidió empezar con el tratamiento de diálisis.